La formación que lidera Albert Rivera quiere que ese código sea elaborado de manera urgente con la participación del Observatorio de la Mujer. En la exposición de motivos, Ciudadanos subraya que en los últimos años se han exigido remodelaciones legislativas

con implicaciones en los discursos mediáticos porque se considera que los medios de comunicación de masas tienen influencia sobre la población como agentes de socialización y que son capaces de reproducir y de mantener la ideología tradicional del género.

Junto a la familia y a la escuela, los medios "nos enseñan a ser diferentes en función de nuestro sexo" y así, desde el nacimiento, las personas están inmersas en un proceso de socialización que consagra "un modelo femenino y un modelo masculino". En este contexto, "la publicidad puede llegar a convertirse en un instrumento capaz de influir en la sociedad, al confirmar (o no) los roles que el sujeto ha adquirido durante su vida y ofrecer valores que refuerzan los estereotipos de género".

Pese a existir abundante legislación que contempla el respeto de la imagen de la población femenina, explica Ciudadanos, "el principal problema de las propuestas legales relacionadas con la discriminación por sexo en la comunicación comercial parece ser su aplicabilidad", ya que en la mayoría de las ocasiones "resulta realmente complejo implementarlas", debido sobre todo a la "ambigüedad terminológica sobre lo que se considera o no sexismo en la publicidad".

Ciudadanos hace un repaso por lo que la legislación ha entendido como "sexismo" en la publicidad desde su reflejo por primera vez en 1988 en la Ley General de Publicidad, posteriormente modificada por la Ley Integral Contra la Violencia de Género, que afectaba a los medios de comunicación al considerar que pueden contribuir a fomentar la violencia machista.

Esa ley introdujo los dos supuestos básicos de publicidad ilícita relacionados con el género, que tienen en cuenta la presentación vejatoria de las mujeres: "Bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar" o "bien su imagen asociada a comportamientos estereotipados que vulneren los fundamentos de nuestro ordenamiento coadyuvando a generar" violencia de género, siendo este segundo precepto difícilmente valorable, según muchos expertos. La indefinición permite que el término estereotipo sea interpretado de muy "diversas" formas, explican.

Ante esa situación, Ciudadanos quiere que el Congreso de los Diputados emplace al Gobierno a elaborar ese código de regulación de publicidad sexista, y a colaborar con las entidades de autorregulación a fin de implantar, difundir y hacer cumplir ese código.

Pide también que el Gobierno traslade a las empresas de publicidad y comunicación la necesidad de producir contenidos publicitarios respetuosos con la igualdad de género y evitar toda publicidad sexista, y que trabaje en formación específica desde el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad con los 'youtubers' e 'influencers' más representativos.