En un comunicado, AFI señaló este miércoles que “la ligera desaceleración del crecimiento hacia tasas más acordes con el PIB potencial de la economía española no cuestiona la robustez del actual ciclo económico”.

AFI espera “un fortalecimiento de la inversion, estimulada por la mejora del entorno global, las condiciones financieras y la mejora de la confianza empresarial”.

Además, prevé que el consumo privado podría crecer al 2% en 2018, frente al 2,4% en 2017 y el 3% en 2015, y achaca esta desaceleración a la evolución de la masa salarial, que, pese al fuerte crecimiento de la ocupación, acusa el impacto de la erosión del salario medio real.

En cambio, considera que la reactivación del crecimiento en el área euro y en los demás países desarrollados permitirá que el sector exterior mantenga su aportación positiva al crecimiento, de unos 0,6 puntos de PIB.

En cuanto al Índice de Precios al Consumo, AFI estima un promedio anual del 1,8%, con un máximo del 2,2% en los meses centrales de 2018, y un incremeno del IPC subyacente del 1,2%.