Según datos del Ministerio de Fomento recogidos por Servimedia, dichas autopistas registraron una Intensidad Media Diaria (IMD) de 7.593 vehículos durante ese periodo, frente a los 7.037 de un año antes.

El tráfico subió en ocho de estas nueve autopistas, y en siete lo hizo más que la media. El mayor ascenso lo experimentó la Madrid-Navalcarnero, que disparó su tráfico un 33,7%, gracias en parte a que fue gratuita en un tramo como consecuencia de las obras en la autovía A-5.

También destacaron las subidas de la Madrid-Toledo, que mejoró su tráfico un 14,5%, y la Madrid-Ocaña, que lo hizo un 10,9%. Además, la Madrid-Guadalajara subió un 8,1%, la Ocaña-La Roda un 7,3%, la Cartagena-Vera un 6,5% y la circunvalación de Alicante un 6,1%.

Por su parte, la de acceso al aeropuerto de Barajas registró una subida de su tráfico del 2,3%, mientras que la Madrid-Arganda sufrió una caída del 0,8%. Sin embargo, estas son las dos autopistas quebradas con mayor tráfico.

Pese a subir más que la media, el tráfico de las autopistas en quiebra es todavía un 60,4% inferior al de la media de las vías de peaje del Estado, que se situó en 19.293 vehículos en ese periodo. Solo la del aeropuerto de Barajas tiene una IMD superior a la media, de 21.192 vehículos.

En el otro extremo, la más baja es la de la Madrid-Toledo (996 vehículos), seguida por la Ocaña-La Roda (3.220), la Cartagena-Vera (3.621), la Madrid-Guadalajara (5.316), la Madrid-Ocaña (5.721), la circunvalación de Alicante (6.599), la Madrid-Navalcarnero (10.696) y la Madrid-Arganda (10.972).