Estos datos proceden de una respuesta parlamentaria por escrito, en la que el Gobierno detalló que todos estos casos fueron detectados en personas procedentes de países afectados o que los habían visitado, salvo dos casos autóctonos de transmisión por vía sexual y cuatro casos de zika congénito, en los que la madre se había infectado en una zona de riesgo.

En este sentido, destacó que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y las comunidades autónomas, mantiene la vigilancia de casos de enfermedad por virus y además, en el año 2016, se estableció el ‘Plan Nacional de preparación y respuesta frente a enfermedades transmitidas por vectores (Parte I: Dengue, Chikungunya y Zika)’ con el objetivo de disminuir el riesgo y reducir al mínimo el impacto global de este tipo de enfermedades emergentes.

Asimismo, advirtió de que “en los últimos años se está produciendo un cambio en el clima”, lo cual, junto a una distribución desordenada de las lluvias, “puede facilitar la supervivencia de estos mosquitos y la colonización de nuevos hábitats, sobre todo más al norte de su área habitual de distribución”.

“En cualquier caso, es difícil determinar con exactitud el impacto del cambio climático sobre la expansión del mosquito en estos momentos”, precisó el Gobierno, que manifestó que “en todo caso, debería disponerse de información más específica para poder llegar a conclusiones aplicables a esta especie”.