Así lo aseguran dos investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York (Estados Unidos) en un estudio publicado en la revista ‘Science’. Algunos trabajos previos habían descubierto una conexión entre las variaciones climáticas y la migración, pero Anouch Missirian y Wolfram Schlenker se propusieron explorar esa vinculación a mayor escala y en un nivel global.

Schlenker, economista de la Facultad de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia, señala que “Europa ya tiene conflictos sobre cuántos refugiados admitir”, pero “verá un número creciente de personas desesperadas huyendo de sus países de origen” porque las naciones más pobres en las regiones más cálidas son las más vulnerables al cambio climático.

Los investigadores analizaron las solicitudes de asilo en la UE presentadas desde 103 países entre 2000 y 2014 (con un promedio de 351.000 peticiones por año) y después compararon esa información con datos medioambientales de esos países durante el mismo periodo de tiempo, a la vez que corrigieron los sesgos teniendo en cuenta otros factores de riesgo como conflictos armados.

Los autores identificaron una relación entre las fluctuaciones en las solicitudes de asilo y las anomalías climáticas. Esta tendencia comienza a afectar países que tienen temperaturas medias de alrededor de 20ºC y es más pronunciada en naciones con temperaturas de base más altas. Por el contrario, los países con temperaturas más bajas tienden a mostrar menos solicitantes de asilo a medida que el clima se vuelve cálido.

Los científicos descubrieron que cuanta más temperatura se desviaba de 20ºC durante la temporada de crecimiento agrícola era más probable que la gente buscara refugio en el exterior.

Los cultivos crecen mejor a una temperatura promedio de 20ºC, por lo que no es sorprendente que valores térmicos más altos que los actuales aumenten las solicitudes de asilo en lugares más cálidos, como Iraq y Pakistán, las reduzcan en lugares más fríos, como Serbia y Perú.

ENTRE UN 28% Y UN 188%

Al combinar los datos de solicitudes de asilo con las proyecciones futuras del calentamiento global, los investigadores hallaron que un incremento medio de las temperaturas globales de 1,8ºC (un escenario optimista en el que las emisiones de carbono se estancan en las próximas décadas y luego disminuyen) aumentaría las solicitudes de asilo en un 28% para 2011, lo que supone 98.000 peticiones adicionales cada año en la UE.

Por el contrario, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan en la trayectoria actual y las temperaturas suben entre 2,6 y 4,8ºC en 2100, las solicitudes podrían crecer en un 188%, esto es, unas 660.000 más cada año.

Con el histórico Acuerdo de París alcanzado en 2015, un total de 195 países y la UE acordaron reducir las emisiones de carbono para limitar el calentamiento en 2100 a 2ºC por encima de los niveles preindustriales. La reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de retirar a Estados Unidos (el segundo mayor emisor del mundo) de ese tratado internacional, lo que no se ha formalizado aún, podría poner en peligro ese objetivo.

La nueva investigación se suma a una creciente literatura científica de que las crisis climáticas pueden desestabilizar las sociedades, avivar los conflictos y obligar a las personas a huir de sus países de origen.

Un estudio ampliamente citado de 2011 y publicado en ‘Nature’ relacionó los modernos ciclos de sequía del fenómeno climático de ‘El Niño’ con el aumento mundial de la violencia y la guerra. Más recientemente, otros investigadores vincularon la sequía de Oriente Medio y los conflictos actuales.

Alemania ha captado la mayor cantidad de solicitantes de asilo de Siria y de otros lugares, pero se enfrenta cada vez más a una reacción de parte de los votantes, preocupados por la asimilación y la pérdida de empleos. Una oleada de sentimientos contra los inmigrantes en otras partes de Europa ha llevado a Hungría a construir un muro para mantener alejados a los refugiados e influyó en la decisión de Gran Bretaña de abandonar la UE. Además, Trump fue elegido en parte por su promesa de construir un muro para impedir el ingreso ilegal de inmigrantes mexicanos a Estados Unidos.

La nueva investigación se inició a petición del Centro Común de Investigación (JRC, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea, que también proporcionó fondos. "Estos hallazgos serán especialmente importantes para los responsables de las políticas, ya que muestran que los impactos climáticos pueden ir más allá de las fronteras de un solo país, posiblemente impulsando mayores flujos migratorios", apunta Juan Carlos Ciscar, experto en la Unidad de Cambio Climático, Energía y Transporte de este organismo de la UE.