Borrell, que acompañó al candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, Miquel Iceta, en un acto de campaña sobre políticas europeas en la sede de la federación del PSC, defendió que el proyecto socialista no se entiende sin Europa y destacó que la construcción europea precisamente es la superación de las fronteras, de los nacionalismos y del enfrentamiento.

Los tratados europeos, avisó el expresidente del Parlamento Europeo, son “interpretables pero no son de chicle”. Por ello, cargó contra el “mito” del independentismo de que una Cataluña independiente continuaría siendo miembro de la Unión Europea (UE) de todas formas.

A su juicio, “la peor frase del independentismo catalán” es precisamente la que pronunció el presidente cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, sobre la conveniencia de votar la salida de Cataluña de la UE, por considerar que se trata de “un club de países decadentes”.

“La imagen que ha quedado es que el independentismo catalán no es tan europeísta como presumían”, valoró Borrell, escudándose en que los valores que ha representado el bloque secesionista catalán son "contrarios” al discurso europeísta, basado en la superación de las fronteras y en el predominio de la ley en un sistema jurídico.

Se preguntó por el número de catalanes “de buena voluntad que no tienen que ser expertos en nada” que se habrán creído el discurso independentista sobre Europa. En cualquier caso, celebró que “esta aventura ya se ha acabado”, porque “este fantasma lo han matado”.

Todo ello le llevó a decir que la defensa por parte del independentismo de la integración de Cataluña en Europa es un tema que “está visto para sentencia” y a avisar de que “sería una condena a muerte para nuestra economía” no estar en “proyecto de mantenimiento y desarrollo de nuestra ley de identidad” en el marco europeo.