María Tussy, jefa del Departamento de Europeos de Fundación ONCE, puso como ejemplo de buenas prácticas que evidencia dicho principio de asociación la red de Fondos Estructurales y Discapacidad que está siendo liderada conjuntamente con el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) y la alianza que Fundación ONCE tiene con el Fondo Social Europeo y el Programa Operativo de Lucha contra la Discriminación y el actual Poises.

Respecto al primero de los ejemplos citados, se proporciona a los Cermis autonómicos las herramientas necesarias para poder participar en los Comités de Seguimiento. Así, todos ellos participan en los comités de todos los programas operativos del FSE en España, tanto los regionales como los nacionales, y velan por la aplicación efectiva de los principios de accesibilidad y no discriminación en los programas operativos.

En cuanto al segundo de los casos, supone que Fundación ONCE participa junto con otras entidades sociales en la gestión del Fondo Social Europeo, como ejemplo de partenariado público-privado. La eficacia de esta alianza ha sido evaluada externamente, llegando a la conclusión de que por cada euro invertido se obtiene un retorno de 1,4 euros.

Teniendo en cuenta la experiencia práctica en la gestión de fondos europeos, Tussy considera que los futuros reglamentos deben reforzar el principio de asociación. Además, las organizaciones de personas con discapacidad tienen que participar en todas las fases de las programaciones de los fondos.

Por último, y a diferencia de lo que ocurre actualmente, para el reparto de los fondos no debe considerarse solamente el Producto Interior Bruto de las regiones, sino que con las inclusión de otros indicadores podría haber un aprovechamiento más realista y uso adecuado de los mismos.