Durante el citado encuentro organizado por Nueva Economía Fórum, Barrio subrayó la necesidad de establecer un “diálogo crítico, reflexivo, creativo y profundo”. La capacidad para ello depende de que el diálogo se conciba como “un método de enseñanza y aprendizaje”.

El arzobispo recordó que la Iglesia profesa “un gran respeto y admiración por los políticos”. “A los políticos los necesitamos para resolver los problemas de los ciudadanos”, dijo antes de calificar la política como “una ayuda necesaria y agradecida”.

Barrio también se refirió a la necesidad del hombre actual de “retornar sobre la historia y reflexionar sobre ella”. “No podemos comernos el pan de la memoria”, precisó antes de constatar una “recaída en los errores del pasado”, entre ellos la reproducción de “viejos esquemas proclamados como novedosos”.

El arzobispo también analizó al actual proceso de secularización iniciado durante el Renacimiento. “La religión se sitúa en el ámbito de lo privado” y “la moral se traduce a estadística o sociología”, manifestó. “El pragmatismo sustituye a los valores”, dijo antes de señalar que “se diría que la fe es una de las opciones a disposición del consumidor”.