Sánchez llegó unos minutos antes de las 17.00 horas a la Cámara Baja acompañado de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y permaneció en la capilla ardiente de Marín cerca de media hora.

Tras coincidir con el Rey y con el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, Sánchez admitió ante los medios lo difícil de poder resumir en pocas palabras la trayectoria de Marín. “Me quedaría con su compromiso político, su convicción democrática y su vocación de servicio público que ha demostrado tanto como presidente del Congreso como también como miembro de la Comisión Europea y a lo largo de muchísimos años como militante del PSOE”, destacó el dirigente socialista.

Además, expresó en nombre del PSOE “nuestras condolencias, el dolor y también nuestro orgullo de haber contado en nuestras filas con una persona que ha defendido la palabra, la democracia, el servicio público y su vocación europeísta en la política española”.

Dijo que es un “orgullo” haber contado con Marín en el partido “para todos aquellos que defendemos la palabra en lugar del dogma y aquellos que defendemos el diálogo en lugar de la imposición”. “Se ha ido una gran persona pero su legado queda en el Congreso y también en el conjunto de la familia socialista”, afirmó Sánchez.