El trazado, cuya longitud es de 6.400 metros, dispone de dos ramales: uno llano, ideal para niños y personas mayores, y otro con un desnivel apreciable, pensado para deportistas y ciclitas más experimentados.

El circuito, cuyo uso será eminentemente recreativo, estará en funcionamiento todos los domingos y festivos, desde las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde.

Durante este tiempo, los madrileños tendrán a su disposición dos puestos de asistencia médica, tres ambulancias y una UVI, así como una furgoneta-taller.

En los días laborables las pistas también podrán ser utilizadas por todo el que lo desee, aunque en estas fechas no funcionarán los citados servicios.14 MUERTOS EL AÑO PASADO

El motivo que ha llevado al Ayuntamiento y a las federaciones y clubes deportivos a construir el circuito ha sido evitar en lo posible el alto número de accidentes de cicloturistas registrado en la capital, ya que durante el pasado año 14 personas perdieron la vida en este tipo de siniestros.

En el acto de presentación, el alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, puso de relieve que, a pesar de las solicitudes recibidas, el Ayuntamiento no está a favor de constrir circuitos urbanos para bicicletas, "porque esto supondría la división de importantes vías de circulación, con el consiguiente peligro para las personas".

El regidor insistió en la utilidad recreativa y no competitiva del circuito, aunque apuntó la posibilidad de que en algunas ocasiones sea cerrado al público para la organización de competiciones deportivas.

El circuito lleva el nombre de Enrique Otero, un hombre muy conocido en Madrid, que dedicó toda su vida a difundir y promocionar todas la actividades que tienen a la bicicleta como principal protagonista. Precisamente, su esposa recibió hoy la Medalla de Oro al Mérito Ciclista, concedida por la federación madrileña.