Políticos de la posición gallega, alcaldes de casi 40 pueblos, entre ellos varios del PP, y centenares de padres de alumnos han destacado el progresivo desmantelamiento de los ayuntamientos rurales de Galicia, que a la supresión de servicios sanitarios y administrativos añaden ahora la emigración obligatoria de sus vecinos más jóvenes hacia las cabeceras comarcales.

Los alcaldes populares de O Incio, Samos, Paradela y O Irixo, entre otros, que han amenazado con abandonar el partido si no se cambia el proyecto, han reibido el apoyo a su disidencia del presidente de la Diputación de Lugo, el conservador Francisco Cacharro Pardo, que calificó de "razonable" la postura de los ediles.

En el mismo sentido se pronunció el senador popular y alcalde de Carballedo, Julio Yedra Pimentel, quien participó en la manifestación de esta mañana, porque, según dijo, "la defensa de los intereses de mi pueblo está por encima de cualquier tipo de militancia política".

El presidente autonómico, Manuel Fraga, advirtió hace días que"no aceptaré presiones" y restó importancia a las críticas de un buen número de alcaldes lucenses que amenazan con abandonar el PP, a los que Fraga hizo saber "que la Xunta es una sóla y no aceptaremos posiciones inmovilistas".