Según un estudio del BBV, los factores que provocan hambre y desnutrición en los países menos desarrollados son los siguientes: pobreza, desnutrición de la riqueza, poblacionales, alimentarios, infraestructuras, guerras civiles y sisemas de gobierno, como factores internos, junto a la inadecuación de las ayudas exteriores y la estructura de los mercados internacionales, como elementos externos.

Para erradicar el hambre, añade el informe del BBV, hay que modificar sustancialmente las relaciones de intercambio vigentes hoy en el mercado internacional, para evitar el endeudamiento contínuo y progresivo de los países menos desarrollados, ya que sólo así se podrá lograr una real autosuficiencia alimentaria o, en su caso, disponer de mdios suficientes para importar los alimentos imprescindibles para la nutrición de su población.

En los países afectados por el hambre, sólo la optimización de las ayudas internacionales y la movilización de sus recursos internos permitirá lograr una mayor rentabilidad de unos y otros, a la vez que debería darse una reestructuración interna, política y económica, que permita el funcionamiento de los factores productivos de una forma eficaz.