La marcha comenzó a las 11:30 horas en la Plaza de Cibeles en cuya cabeza se situaron el propio Fidalgo, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, el portavoz parlamentario de los socialistas, JesusCaldera, y el secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla.

A la manifestación también asistieron el candidato socialista a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Rafael Simancas y la candidata del PSOE a la alcaldía de la capital, Trinidad Jiménez, así como los secretarios regionales de CCOO y UGT Madrid, Javier López y José Ricardo Martínez.

Durante el recorrido de la movilización, los manifestantes transcurrieron pacíficamente por la Gran Vía madrileña portando pancartas en las ue mostraron su rechazo por el apoyo del Gobierno a la guerra contra Iraq y la necesidad de "más empleo estable" para los ciudadanos españoles.

Antes de que llegara la cabeza de la marcha a la Puerta del Sol, donde estaba prevista una intervención de los dos máximos responsables sindicales, un grupo de trabajadores de Sintel se apostaron frente a las vallas de seguridad y expresaron su protesta al considerar que CCOO les "engañó" en la negociación con Teléfonica para que desalojaran el campamento que n abril de 2001 establecieron en plena Castellana.

Cuando Fidalgo se disponía a cruzar la línea de seguridad para acceder a la zona donde iba a protagonizar un discurso con Cándido Méndez, un grupo de trabajadores de Sintel se abalanzó sobre el secretario general de CCOO y, tras varios intentos fallidos de agresión, un manifestante le golpeó con el palo de una pancarta en la cabeza al grito de "dimisión, dimisión".

Tras la agresión, Fidalgo consiguió salir del tumulto y entró en el coche de un copañero de sindicato para ser trasladado al Hospital Clínico de Madrid, donde recibió dos puntos de sutura.

El incidente modificó el desarrollo del acto en la Puerta del Sol, Méndez ocupó el estrado desde el que estaba previsto que ambos líderes sindicales se dirigieran a los manifestantes y, en lugar de pronunciar el discurso que había preparado, hizo una breve intervención donde expresó su repulsa por la acción violenta.

"Hay veces que pretendiendo defender la fuerza de las razones se debilitan ichas razones o se pierden. Hoy estamos aquí con un mensaje más potente en favor de la paz y contra la guerra desde la unidad sindical", gritó el secretario general de UGT para concluir su intervención en el estrado. Después los participantes cantaron la Internacional y se dispersaron.