1 DE CADA 3 NARANJAS NO ALCANZA LA CATEGORIA MINIMA POR EXCESO DE DEFECTOS O SIGNOS DE PODREDUMBRE, SEGUN UN ANALISIS DE LA OCU

- Sólo el 8% vienen acompañadas de una correcta información sobre categoría, variedad y calibre

- OCU pide que seincluya la fecha de recolección en el etiquetado

MADRID
SERVIMEDIA

Una de cada tres naranjas comercializadas en Madrid la pasada primavera no alcanzaba la categoría mínima (segunda) por exceso de defectos o presentar signos de podredumbre, según un análisis efectuado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que fue presentado hoy, en rueda de prensa.

La intención de la OCU era elaborar una guía de compra sobre naranjas en España, pero su sorpresa fue que esta fruta, an característica de la dieta española, incumple la mayoría de los requisitos de calidad e información al público, normas que, sin embargo, son respetadas en las naranjas destinadas a la exportación.

El estudio se realizó sobre 1.000 naranjas compradas en 20 establecimientos madrileños la cuarta semana de marzo y la segunda de abril de este año, a razón de 50 unidades de la categoría comercial más elevada que tuviera la tienda, el supermercado o el mercado de abastos.

Sólo el 8 por ciento de las uestras informaba correctamente de la categoría, variedad y calibre. El resto, o no informaban o los datos no se correspondían con la realidad, pese a que la legislación es clara y obligatoria al respecto.

Unicamente el 21 por ciento de las naranjas tenían información correcta (en la etiqueta o en la tabla del puesto de venta) sobre su calibre o tamaño. El 33% informaba bien de la categoría y el 42% indicaba el lugar de origen. En el 71% de los casos figuraba correctamente la variedad (Navelina, Valenia Late, etcétera).

En cuanto al aspecto visual, la mitad de las naranjas (46%) tenía una calidad externa baja o inaceptable, y el 33% presentaban muestras de podredumbre.

Los principales defectos visuales son magulladuras en la piel, manchas en la corteza por manipulación inadecuada en la recolección, envejecimiento avanzado o sobremaduración. También ha detectado la OCU en la piel de algunas naranjas señales de plagas de insectos y era bastante frecuente la falta de cáliz (especie de pequeño boón de esa fruta), que indica poca frescura (aunque hay tratamientos químicos para evitar su desprendimiento).

FUNGICIDA

Además, los análisis han detectado la presencia por encima de los límites legales de un fungicida que se emplea durante el almacenamiento, el Imazalil, en el 33% de los casos. Ello no implica riesgo para la salud, sobre todo porque las naranjas se pelan antes de ser consumidas.

Por lo que respecta a la calidad interna, sólo el 25% de las naranjas ofrecía buena o muy buena caliad, según un jurado de expertos. Los mejores ejemplares correspondían a las variedades que en el momento del análisis se encontraban en su periodo óptimo de recolección y, por tanto, las que menos tiempo habían estado almacenadas.

La OCU considera que existe pasividad por parte de la Administración a la hora de controlar el cumplimiento de la normativa sobre etiquetado e información al consumidor, y propone que se incluya un nuevo dato: la fecha de recolección.

También pide que los niveles de caldad para el mercado español no sean inferiores que para la exportación, y que los inspectores hagan respetar la legislación sobre cantidades máximas de residuos de plaguicidas en frutas y hortalizas, que según la OCU "no se cumple".

Por su parte, el director general de Salud Pública, Juan José Francisco Polledo, manifestó hoy a Servimedia que apoya las conclusiones de la OCU, si bien se trata de un asunto que no depende del Ministerio de Sanidad y Consumo directamente, sino que es competencia de las cmunidades autónomas.

"Tienen mucha razón y además, como enorme consumidor de naranjas, me adhiero totalmente; porque encima están a un precio horroroso: 200 pesetas el kilo las de zumo", señaló Francisco Polledo.

(SERVIMEDIA)
28 Oct 1999
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