Medio marino

Un 40% de las especies pesqueras del Mediterráneo cambian de hábitat por el cambio climático

- En 25 años, según un estudio del Instituto Español de Oceanografía

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de un 40% de las especies de interés pesquero del Mediterráneo han cambiado su distribución en 25 años debido a las variaciones en el clima.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por 12 investigadores y liderado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC). Su trabajo aparece publicado en la revista ‘Ecological Indicators’.

Los autores analizaron datos de 102 especies demersales del Mediterráneo entre 1994 y 2019, de las cuales 42 modificaron su distribución espacial en ese periodo.

“El mar Mediterráneo es uno de los ecosistemas más vulnerables del mundo debido a los diversos impactos antropogénicos, incluido el alto riesgo climático, lo que está produciendo importantes cambios en la ecología de las especies”, según Marina Sanz-Martín, investigadora del Centro Oceanográfico de Baleares y primera autora del trabajo.

Para sorpresa del equipo científico, 26 de estas 42 especies que han cambiado su distribución lo hicieron en direcciones inesperadas. “Cabría esperar que, como respuesta al cambio climático, las especies nativas se desplazasen hacia regiones más al norte buscando su nicho en entornos más templados, lo que se conoce cómo meridionalización”, explica Sanz-Martín.

Sin embargo, este estudio muestra cómo algunas especies se han desplazado al sur y suroeste, hacia aguas en promedio más cálidas. Se trata de un sorprendente patrón, contrario a las hipótesis previas, que el equipo científico ha relacionado con la alta velocidad a la que se produce el cambio climático.

VELOCIDAD CLIMÁTICA

Este concepto de velocidad climática hace referencia a los cambios de temperatura en el espacio y en el tiempo. “La velocidad climática en este estudio nos indica a qué ritmo y hacia dónde se están desplazando las isotermas de temperatura y hacia dónde cabe esperar que se desplacen las especies para mantener sus preferencias de temperaturas”, indica Sanz-Martín.

Los resultados del estudio muestran que las especies están cambiando su distribución desde zonas donde el calentamiento es muy rápido a zonas donde este resulta más lento, por lo que algunas han modificado sus distribuciones hacia el suroeste.

“Los peces no tienen un mapa para saber dónde están las aguas más frías, sino que solo perciben las temperaturas de su entorno más cercano”, apunta Lucía López, investigadora del Centro Oceanográfico de Santander y coautora del estudio.

López subraya: “Es por ello que les resulta más importante la velocidad del calentamiento y no solo los cambios en promedio de la temperatura. Así, las zonas con calentamientos muy rápidos se convierten en una barrera para el movimiento hacia el norte. Sin embargo, hacia el sur el calentamiento no es tan rápido, lo que explicaría esos desplazamientos”.

Entre estas especies, se encuentra el gallo (‘Lepidorhombus boscii’), el caramel o gerret (‘Spicara smaris’) y el tiburón pintarroja (‘Scyliorhinus canicula’), que se han desplazado hacia el suroeste, esto es, hacia aguas más cálidas, pese a que tienen preferencia por aguas más frías. También se han movido hacia aguas más someras y costeras porque, al desplazarse hacia el sur, se reduce la profundidad en esta zona.

Este estudio arroja luz sobre los impactos del cambio climático a escala regional y, en concreto, sobre cómo afecta a la distribución de las comunidades de fondo, incluyendo muchas especies de interés pesquero. “Estos resultados serán de ayuda para establecer medidas de gestión de los recursos pesqueros que incluyan la adaptación al cambio climático”, apunta Sanz-Martín.

(SERVIMEDIA)
23 Abr 2024
MGR/gja