El observatorio considera que el repunte en el consumo durante la Semana Santa, la inversión residencial, el aumento de la obra pública como consecuencia de las elecciones municipales, la buena tónica en el sector de la construcción (que ha dado entrada al mercado laboral a una mano de obra que no encontraba otros destinos) y la subida de los salarios permiten “prever un fortalecimiento del consumo para los próximos meses”.

Sin embargo, el informe considera que las exportaciones no se benefician de esta situación. Las previsiones en esta materia caen un 1% debido a la ralentización del crecimiento en los países de la zona euro, destino principal de las exportaciones españolas.

Por otro lado, el estudio indica que el mercado laboral resistirá a la ligera ralentización de la economía, y prevé que la tasa de desempleo se sitúe en el 13,9% durante 2019, una décima por debajo de lo indicado inicialmente.

Los economistas revisan también sus datos en materia de inflación, que pasa del 1,9% al 1,7%, y destacan la evolución positiva de la prima de riesgo. Estas previsiones, sumadas a la evolución del bono español a 10 años, están permitiendo aligerar los costes financieros de la deuda, lo que califican como “todo un bálsamo ante el excesivo peso de la deuda pública”.

Precisamente, el ‘Observatorio Financiero’ señala como “factor de preocupación” el crecimiento de la deuda pública, que ya supera el 97% del PIB. A esta consideración hay que añadir el déficit, que puede superar en 3 o 4 puntos el objetivo impuesto por Bruselas, y la “situación insostenible” de la Seguridad Social.